SOLO TÚ...

SOLO TÚ...

sábado, 8 de mayo de 2010

TODAS ESAS PRIMERAS VECES

Ya estoy casi de dos meses, y en todas estas semanas estoy aprendiendo a marchas forzadas sobre el comportamiento de mi cuerpo, de mi mente, incluso de mis arranques sentimentales, más de lo que he podido aprender en el tiempo que llevo con los ojitos abiertos al mundo.

El título de esta entrada no es gratuito, tiene toda la lógica del mundo cuando, de repente, eres consciente de que, tras 32 años de vida, nunca antes habías acariciado compulsivamente tu tripa mientras andabas por la calle o intentabas conciliar el sueño por las noches, nunca habías hablado contigo misma siendo consciente de que había otro ser (aún inconsciente de las palabras que se le dirigen) creciendo dentro de ti, ni te habías planteado la posibilidad de engordar hasta el límite insospechado que supone no volver a ponerte ninguna, repito, NINGUNA, de las prendas que tienes en el armario, aun cuando siempre guardas cierta parte del vestuario "por si engordas unos kilitos". Entonces todo un universo de posibilidades se abre de pronto ante ti, y descubres, por primera vez, las tiendas de ropa premamá, te ves a ti misma abriendo páginas de internet donde blusones, sujetadores de lactancia, cinturones premamá, pantalones con banda elástica, braguitas especiales, vestidos con hueco para pasajero y demás prendas exclusivas, conviven en absoluta serenidad unas con otras, ante la mirada incrédula y la boca abierta que muestras mientras "pinchas" de un enlace a otro.

Es inevitable sentir el deseo compulsivo e irresistible de lanzarte a la calle a buscar esas tiendas maravillosas, y gastarte todo lo que tienes en el banco (que en mi caso no es que sea mucho, de hecho es una mierda) en adquirir, al menos, una prenda representativa de cada tipo... y entonces, te posee una liviana (y digo liviana porque no es que sea muy profunda) oleada de sensatez y te dices: a ver, estoy a dos velas, sólo llevo embarazada 8 semanas, esta bartola es producto de mis queridos amigos gas y estreñimiento (inseparables compañeros de viaje últimamente)... chiquilla, espérate a estar de un mes más por lo menos!!! ansiosa de los cojones!!! (yo es que soy muy de regañarme a mí misma, debe ocultar un morbo intrínseco que no acabo de entender).

Confieso que me ocurre lo mismo con las cosas de bebé... voy a la farmacia, antes me quedaba mirando las cremas para la cara, los cacaos de sabores, los caramelos esos para la tos... ahora no le quito ojo a los chupetes (que hay de mil clases, yo no sé el día que tenga que comprar uno lo que voy a hacer, tengo que pillarme un cursillo avanzado por internet...), las tetinas, los potitos, los pañales, las cremas especiales para evitar la irritación... es una pasada, y estas cosas también es la primera vez que me hiptotizan, como si de sus cuerpos inertes salieran brazos invisibles que me cogieran la cara y me obligaran a mirar una espiral interminable (he visto demasiado Sin Chan :S), en fin, que parezco gilipoyas cuando entro en una farmacia, el otro día, de hecho, me tocaba pedir y el farmacéutico me pegó una voz porque estaba examinando exhaustivamente la diferencia entre dos chupetes (mu fuerte vaya...).

Y qué me decís del momento: quiero echar un polvo pero tengo to el canguelo porque hay un bichito dentro de mí??? ehhhh??? EEEHHHH?? porque no tiene desperdicio... tú deseándolo, tu pareja más todavía (bueno, esta afirmación la he hecho demasiado a la ligera, porque yo juraría que le gano...), y estás ahí aguantando el tipo como una campeona diciendo... no cariño, vamos a esperarnos un poco, que es muy pronto, que vaya a ser que se joda todo, que no se qué... hasta que un día le echas la mirada del tigre, te enganchas del quicio de la puerta como una leona que observa de lejos la melena al viento de su león, dorada y ondeante bajo los rayos del sol del atardecer, y dices: a tomar porculooooooooooo!!! no aguanto máaaaaassss!!! sí, esta es otra primera vez muy pero que muy interesante, por no decir extraña, pero mola bastante...

El caso es que, de cualquier manera, estoy disfrutando a tope de todas estas primeras veces, reteniéndolas en mi recuerdo como un tesoro incalculable, del que no puedo hacer alarde más que conmigo misma, ya que sólo cada una de nosotras, que hemos pasado o estamos pasando por ello, entiende qué se siente ante la llegada de un ser creado de la nada a base de amor, ilusión, esperanza, sonrisas, palabras hermosas, buenos deseos y mejores intenciones.

Sólo espero que cuando saque la cabeza por el lugar tan estrecho que tiene que sacarla, sea lo suficientemente fuerte para aprender rápido, que esta vida es de los que nos la comemos con las manos, sin respirar, sin demoras, sin tiempo para perder ni un minuto, devorando cada segundo y haciendo que sea mágico, qué tonta me pongo cuando me excedo en el consumo de azúcar...